martes, 28 de enero de 2014

Ah... que vas de vintage!


Este perturbador post está dedicado a todos aquellos que han tenido lo que se conoce como:
una novia viejuna

No, amígos mios. No se trata de una novia chapada a la antigua. Se trata de un raro especímen que se reprodujo a la velocidad del cangrejo americano allá por los primeros años de esta década. Yo, amigos míos, tuve una novia viejuna. Y ahora que tengo un blog y la gente me lee, no puedo dejar pasar la oportunidad de contaros cómo diferenciar a una novia viejuna de una moderna al uso.

a) Le ha robado las gafas a su abuela.
b) Se conocen todas las tiendas de segunda mano de Malasaña
c) Sus camisas podrían servir, muy dignamente, para cubrir la mesita camilla de una pitonisa
d) No toman café. Solo té rojo y, las muy puristas, poleo. Nunca te fíes de las que toman manzanilla.
e) Les encanta el olor a pachulí.
f) Nunca reconocerán que tienen look viejuno. Dirán que les encanta lo vintage. 
g) Antes de viejunas fueron hippies. Después de viejunas serán indies. Se apuntan a todo.
h) Les encantan los ciervos y/o renos (inquietante pero cierto).

Aún queda alguna. Las encontratarás paseando por los barrios más modernos de la ciudad. Si quieres conquistar a alguna, cambia el "¿nos tomamos esta noche una cerveza?" por "¿desayunamos mañana un menta poleo?". O regálale un broche bonito. Nunca falla.


1 comentario:

  1. Pues yo soy una viejuna y a mucha honra, viva el vintage y el estilo y fuera los tíos misójinos!!

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